Entre los síntomas más comunes asociados al dolor de garganta están: la sensación de garganta seca o hinchazón y dolor al deglutir, durante la respiración o al hablar.
En algunas personas el dolor de garganta se manifiesta como único síntoma pero muy a menudo puede presentarse junto con tos, dolores articulares extendidos, estornudos, secreción nasal o fiebre.
En la mayoría de los casos (sobre todo en presencia de resfriado o gripe) el dolor de garganta desaparece en el transcurso de una semana; en casos más raros, en cambio, requiere un tratamiento específico para poder mejorar.
En caso de dolor de garganta asociado a patologías más importantes, se pueden tener en cuenta los siguientes signos: presencia de placas en la garganta o en las amígdalas, ganglios linfáticos cervicales anteriores inflamados (amigdalitis), incapacidad para deglutir, dolor de garganta que no mejora por sí mismo o que vuelve a presentarse continuamente, cefalea, erupciones cutáneas, vómito, fiebre alta.